La primera de cuatro presentaciones de Los Fabulosos Cadillacs en el Auditorio Nacional, la noche del 19 de noviembre, una de las fechas que se abrieron después de haber llenado el 21 y 22 de este mismo mes. Una banda que es muy querida en México llegó a festejar sus 40 años de existencia en el mundo de la música, decidieron hacerlo en un lugar emblemático como lo es el Auditorio Nacional.
Es la tercera ocasión que los veo, cuando se reunieron por primera vez en el llamado hasta hace poco Foro Sol, 2008 en (ahora Estadio GNP), me dieron algo que me hizo disfrutar el concierto, pero no recuerdo mucho, y el segundo fue su presentación en el Zocalo, donde se enfoca más en seguir con vida porqué estaba en la entrada de 20 de noviembre (hubo momentos que mis pies no tocaban el piso) lo que no me permitió disfrutar por completo el concierto, y en esta tercera ocasión en el Auditorio Nacional, donde pude escuchar todo el concierto sin ningún tipo de distracción.
La tercera llamada ya se había hecho, el Auditorio Nacional se veía casi llenó de abajo hacía arriba, los que estaban en sus asientos se encontraban expectantes y los que apenas iban ingresando iban corriendo para no perderse ningún instante del concierto, al ver como llegaban a su lugar tomando sus instrumentos la oleada de gritos al unísono al escuchar que empezaban a tocar, esperando un instante para que saliera Vicentico a cantar, siendo “Manuel Santillán, el León” la primer canción de la noche, nadie hubiera esperado que tocaran una de sus clásicos empezando, pero no se podía esperar menos, pues a lo largo de estos 40 años tienen un ¡Chingo! De éxitos que pueden hacer un concierto completo con solo ellos.





Fotos: Cortesí OCESA
Atravesamos Un Túnel Del Tiempo
Avanzando el concierto escuchando una a una esas canciones que fueron parte de nuestra guía para pensar en un mundo mejor, que muchos los escuchamos en reuniones, de casa, bares, toquines, compartiendo el mismo espacio con personas con las que se coincide en la forma de pensar. Fueron ambientadas por Los Fabulosos Cadillacs, y donde empezamos a distinguir y a saber decir ”Yo no me sentaria en tu mesa”, como dicen ahora encontramos a nuestros reales que “nos cubren cuando vamos a llorar”. Muchos de los asistentes los escuchamos de jóvenes, unos más otros menos, pero a fin de cuentas fueron parte del soundtrack de canciones de nuestros tiempos de estudiantes.
A otros los transportaron a tiempos nostálgicos, y me tocó ver cuál fue el resultado de esto, ver a personas llorando porqué compartían el gusto con un ser querido que ya no se encuentra en este plano, recordar que muchas personas transmitieron el gusto por Los Fabulosos Cadillacs a sus hijos y se puede deducir que al momento de escucharlos, se transportaron a esos tiempos.
El Tiempo No Para
Los Fabulosos Cadillacs son ya personas que rondan entre los 50 y 60 años y verlos tocando, brincando, cantando, moviéndose por todo el escenario y pensar que hay personas de mi edad que no tienen la misma agilidad que estos dones, me sorprende, pues esa vitalidad es de elogiarse, ver a Vicentico saltar en un pie mientras se apoyaba con su bastón, al Sr Flavio moviéndose con una energía enorme que se transmitía, poniéndose máscaras de luchadores, alentando a los coros y a que la gente cantara con él y en específico con ”Yo no me sentaria en tu mesa” fue donde demostró cómo disfruta de tocar para sus fans, pues se paseaba por todo el escenario.
Un Disco De Éxitos
Cada vez que se empezaba a escuchar el inicio de cada canción, era un grito de emoción para los fans, pues todos en cuanto reconocían lo que venía, cantando una a una de principio a fin, pues pueden darse el lujo con todas las canciones que tienen, hace mucho que no escuchaba una canción de ellos, en cuanto reconocía una, la letra llegaba a mi cabeza de un lugar guardado dentro de ella.
A pesar de que Vicentico habló poco con el público, su interpretación es lo único que necesita, pues sus canciones tienen la fuerza necesaria para que eso pase a segundo plano. Todas las canciones fueron coreadas, pero las que se llevaron la noche, “Vasos Vacios” “Calaveras y Diablitos”,”Siguiendo La Luna”, “Mal Bicho” y obviamente “Matador”.
El concierto que nos dejo a todos como Antón Ego al probar el ratatouille de Chefcito, pues seguramente más de uno nos remontamos a tiempos que ya pasaron.
📝Chench

