¿Cual terapia má? Fui al concierto de Yuridia.
Este mame de ocupar un concierto como terapia se me hacía gracioso, hasta que lo viví en carne propia. Era viernes 28 de junio, un día nublado y frío ideal para llorar. Camino al Palacio de los Deportes justo iba escuchando a Yuridia para repasar las letras y evitar el oso de equivocarme. Salí con mucha anticipación y llegué a tiempo para poder pasar a merodear los puestos de mercancía no oficial con gran variedad. La caguama antes de entrar al recinto en honor a Yuridia no podía hacer falta, usando el pretexto de los nervios con lo que se venía.
“No son horas”, “Malamente”, “Por salud mental”, “En su lugar” y “La duda” fueron las primeras de apetutrar la noche de terapia sobre un escenario sencillo pero fino, con bailarines que no se roban el show, pero daban el toque aesthetic regional.
Las baladas no empalagan si las canta Yuridia.
Debo aceptar que tanta balada romántica me hizo pensar por un momento que tenía miel en el cuerpo en lugar de sangre. Pero Yuridia logró que me dejara llevar y disfruté de una noche en la que me preocupaba tener saldo mientras “Ahora entendí”, “Él lo tiene todo” e “Irremediable” me taladreaban el corazón. De pronto, el Palacio de los Deportes apagó las luces, la multitud enloqueció y comenzó a sonar “Como yo nadie te ha amado” mientras se escuchaba al público corear con las linternas de sus teléfonos encendidas al ritmo de la canción, haciendo una armonía perfecta.

el tiempo seguía corriendo y los asistentes seguían cantando a todo pulmón “Señora”, “Ya es muy tarde”, “Lo que son las cosas”, “Cobarde”, “Te equivocaste” y “Ángel” sin importar que algunos estaban afónicos. La mayoría desbordó en llanto cuando comenzó “Ya te olvide“, mi corazón pudo resistir y sólo saqué el teléfono para grabar un pedacito de canción. Qué mágico fue ese instante, todos compartiendo el mismo sentimiento con la intensidad en sintonía.
Los cambios de vestuario de Yuridia eran express, todos acorde a lo que iba a cantar. De sorpresa, comenzó a sonar “Alma Enamorada” de Chalino Sanchez, y por supuesto que fue el momento correcto para pedir una cerveza.
Algo que sí me dejó helado fue el profesionalismo de Yuridia en el escenario y el amor hacia su público. Todo estaba muy bien calculado, pues sí pensaron en los ultra fans que están en las primeras filas para que Yuridia bajara a cantar con ellos “Enamorada y Herida”, “Si quieres verme llorar” y “Maldita Primavera” En ese momento, conocí la envidia de mentiritas.
Los invitados de lujo
El crossover perfecto no exis… ¿Un cover de “Perdón, perdón, perdón por crearme esta falsa historia de amor” junto a las mismísimas Ha-Ash? ¡Sí fue posible! e incluso nos deleitaron con más rolitas pegadoras como “Se va a terminar” y “No lo beses“. Debo admitir que fue otro pretexto para pedirme otra mientras limpio mis lágrimas de cocodrilo. Joss Favela también subió para interpretar “Pensando positivo”, “Mi eterno amor secreto” y “Brujeria“.

El encore que ya me tenia agonizando
“Amigos no por favor” fue necesaria para verla regresar y jurar que no me la volvía a aplicar aquella bandida, y como dijo Yuridia, “Si no me ibas a amar, ¿Para que? maldito perro” ¡Ayy! ¡Cuanta razón tenía! La noche cerró con broche de oro con “Que Agonía” y para esto, ya no estaba controlando mis emociones profundas pero no quería llamar la atención del resto.
Al salir, sentí un alivio en mi pecho y comprendí que los conciertos te dejan sentimientos encontrados. ¡Gracias, Yuridia! ¡Ojalá algún día coincidamos y podamoc chocar nuestras caguamas!
📝 César Vigueras