Dentro de la escena musical, Poppy es una de esas artistas que aparecen rara vez. Porque sí, aunque sus orígenes siempre estuvieron ligados a la música, hay algo más que la hace única: esa capacidad de mezclar dulzura y oscuridad de la forma más orgánica posible.
Durante años, el rock y el metal han visto nacer bandas con un sonido tan propio que logran dejar huella, pero también muchas que, con el tiempo, se diluyen tratando de seguir las modas. Desde Bring Me The Horizon y Linkin Park hasta Maroon 5 o Coldplay, la lista de artistas que cambiaron su esencia es larga. Sin embargo, en 2017, Poppy llegó a romper con todo eso y darle un giro inesperado a este fenómeno.
Un origen “cute” y “perturbador”
Fue alrededor de 2017 cuando una serie de videos comenzaron a viralizarse en YouTube. En ellos aparecía una chica rubia, de voz suave y mirada inquietante, presentándose como Poppy. Lo que empezó como una serie de videos extraños pronto se convirtió en todo un fenómeno digital lleno de teorías conspirativas.
Algunos aseguraban que era una IA, antes de la mera popularización de la IA, otros que estaba secuestrada o que formaba parte de un experimento del gobierno. Mientras el internet trataba de descifrarla, Moriah Rose Pereira (su nombre real) construía un universo propio donde lo musical comenzó a cobrar más fuerza. Temas como “Lowlife” y “Computer Boy” se ganaron su lugar en las playlists, incluso entre aquellos niños que genuinamente temían a la cantante.
La evolución más orgánica del caos
Con el álbum “Am I A Girl?” (2018), Poppy comenzó a mostrar una faceta más pesada. Canciones como “X” y “Play Destroy” revelaron una mezcla de pop y metal que, aunque inesperada, se sentía completamente natural. No se trató de un cambio forzado: fue una evolución.
Después llegó “I Disagree” (2020), su gran salto hacia el metal. Este disco dejó atrás las letras sobre computadoras y tocó temas más introspectivos, críticas al sistema y un sonido agresivo que terminó por llevarla a una nominación al Grammy.
Del caos al reconocimiento global
Desde entonces, Poppy no ha dejado de evolucionar. En “Flux” (2021) se atrevió a coquetear con géneros como el shoegaze y el grunge, mientras que “Zig” (2023) retomó su lado pop sin soltar la energía que la define. Su versatilidad la ha convertido en una de las caras femeninas más fuertes del metal actual.
A la actualidad, ha colaborado con bandas importantes dentro de la escena como Knocked Loose, Bad Omens, Spiritbox y hasta con las chicas de Babymetal, demostrando que esto solo es el inicio de su carrera.
Poppy regresa a México
Poppy se presentará el próximo 12 de octubre en el Auditorio BB, en lo que promete ser uno de los shows más intensos del año (tras posponerse cierto evento). Así que si eres fan de su música o simplemente de su rareza, no lo pienses mucho, porque los boletos se están acabando.
Por: Axel Velazquez

 
 